DE DEPENDIENTAS
No lo he podido evitar, esta mañana mientras iba a correos (concretamente a la oficina que hay dentro del Corte Inglés) he oido a una dependienta decirle a una señora: "no, ¿pequeños?, no, eso es que hoy tiene los pies hinchados, pero son su talla, además son comodísimos, yo misma tengo unos igualitos". He seguido a lo mio, pero pensando que seguramente la pobre señora terminaría comprando unos zapatos que la harían desear cortarse los pies a la altura de la rodilla en cuanto diera tres pasos con ellos. Y es que las dependientas forman un conjunto de seres extraños con comportamientos diferenciados según la sección del centro comercial en la que trabajen:
DISCOS Y LIBROS: estas en general se encuentran desorientadas y poco motivadas para el trabajo, imagino que estarían de mejor humor vendiendo bolsos de carolina herrera a un precio tan desorbitado que ni siquiera llevan etiqueta (no vaya a ser que te de un soponcio al mirar lo que vale y encima les demandes). Con ellas la conversación suele ser así:
Cliente: "Oiga, disculpe, el libro "trilogía de nueva york de Paul Auster?"
Dependienta: (sin mirarte) "Esos libros en aquella estantería" (Señala a algún lugar indeterminado entre donde estás tú y el infinito)
Cliente: "He estado mirando y no he encontrado ninguno, no tendrán alguno en el almacen?" (mientras tanto nace en tí la duda de si habrás mirado en la estantería correcta, lo que te obligará posteriormente a dedicar otra media hora a buscarlo, no vaya a ser...)
Dependienta: (todavía sin dirigirte ni una miradita, ni siquiera de reojo) "Si no está no está" (Se marcha, no vaya a ser que le pidas que te lo traiga y encima tenga que tomarte nota, guardártelo cuando lo reciban, a lo peor incluso avisarte de que lo recojas, total, demasiado trabajo para la mierda de comisión que deja el vender un libro, si por lo menos fuera de adolfo dominguez...)
Aunque a lo peor la conversación puede ser la siguiente:
Cliente: "Disculpe, el último disco de maná?"
Dependienta: "Por supuesto, en pop-rock español lo tienes" (?)
PLANTA JOVEN: En estas se advierte un total desinterés por tí, por tus necesidades, por si quieres comprar algo o solo mirar. Con estas lo puedes intentar todo, intentar que te hagan caso acercándote amablemente o airadamente, con buenos modales o a gritos, no importa. Estas están siempre, siempre, de tertulia y cuando por fin consigues que te hagan caso te fulminan con la mirada (por interrumpirlas), que tú te preguntas ¿esta gente está trabajando o han venido a pasar la tarde de tiendas y por casualidad visten todas igual?. En cualquier caso la ayuda que te proporcionan suele ser entre poca y ninguna (según la suerte que tengas).
PERFUMERIA: Aquí la pregunta que te asalta en cada esquina es: ¿Puedo ayudarte en algo? y cuando les contestas que no se quedan cerca tuya, mirándote, hasta que de detrás de un mostrador te asalta otra "¿Puedo ayudarte en algo?". A la tercera vez que te lo pregutan te vas, aunque no sin dejar de pensar que te han tenido que confundir con alguna cleptómana famosa en el lugar porque no te han quitado el ojo de encima ni un segundo. Personalmente eso de que me estén mirando todo el rato y preguntándome si quiero algo me pone nerviosa, ¿por qué no me dejan comprar tranquila? y mientras que me voy pienso ¿rica, por qué no te fusionas con la dependienta de la planta joven y haceis un ser normal que no acose a los clientes pero que tampoco los ignore?.
En resumen, las dependientas tienen idiosincrasias particulares según la planta y sección en la que trabajen. Además de las mencionadas os puedo decir que las de marroquinería no te hacen caso si no llevas nada de marca (volvemos al carolina herrera del principio y a su desorbitado precio y es que no es lo mismo 50 que 500), que las de corsetería se parecen bastante a las de la planta joven pero, además, cuando consigues que te atiendan se meten por una puerta y se evaporan sin dejar rastro, las cajeras siempre tienen cara de estar hartas de vivir y los jefes de sección son todos hombres (?).
Y si vas a un pequeño comercio puedes observar situaciones como esta:
Dependienta: A ver, sal que te lo vea
Cliente: Uy, pues no me veo, ¿no es un poco escotado/ajustado/corto?
Dependienta: Eso es porque no llevas medias ni tacones. Eso te pones un zapato mono y te pintas y verás como cambia...
En este caso la señora se va a su casa con el vestido que la hace parecer, efectivamente, una morcilla de burgos o una mujer de vida licenciosa y para cuando alguien tenga el valor de decirle que debería volver a la tienda y hacer que la dependienta se comiera el vestido, empezando por la cremallera, ya será tarde porque encima no te devuelven el dinero.
Dicen que también hay dependientas simpáticas, de las que te ayudan a encontrar lo que buscas aunque no seas amiguito suyo, de las que no te acechan como si fueras un vulgar ladronzuelo, de las que no te engañan cuando lo que te estás probando es horrible y te queda fatal, yo hasta conozco a alguien que dice que tiene un amigo que una vez conoció una así...
DISCOS Y LIBROS: estas en general se encuentran desorientadas y poco motivadas para el trabajo, imagino que estarían de mejor humor vendiendo bolsos de carolina herrera a un precio tan desorbitado que ni siquiera llevan etiqueta (no vaya a ser que te de un soponcio al mirar lo que vale y encima les demandes). Con ellas la conversación suele ser así:
Cliente: "Oiga, disculpe, el libro "trilogía de nueva york de Paul Auster?"
Dependienta: (sin mirarte) "Esos libros en aquella estantería" (Señala a algún lugar indeterminado entre donde estás tú y el infinito)
Cliente: "He estado mirando y no he encontrado ninguno, no tendrán alguno en el almacen?" (mientras tanto nace en tí la duda de si habrás mirado en la estantería correcta, lo que te obligará posteriormente a dedicar otra media hora a buscarlo, no vaya a ser...)
Dependienta: (todavía sin dirigirte ni una miradita, ni siquiera de reojo) "Si no está no está" (Se marcha, no vaya a ser que le pidas que te lo traiga y encima tenga que tomarte nota, guardártelo cuando lo reciban, a lo peor incluso avisarte de que lo recojas, total, demasiado trabajo para la mierda de comisión que deja el vender un libro, si por lo menos fuera de adolfo dominguez...)
Aunque a lo peor la conversación puede ser la siguiente:
Cliente: "Disculpe, el último disco de maná?"
Dependienta: "Por supuesto, en pop-rock español lo tienes" (?)
PLANTA JOVEN: En estas se advierte un total desinterés por tí, por tus necesidades, por si quieres comprar algo o solo mirar. Con estas lo puedes intentar todo, intentar que te hagan caso acercándote amablemente o airadamente, con buenos modales o a gritos, no importa. Estas están siempre, siempre, de tertulia y cuando por fin consigues que te hagan caso te fulminan con la mirada (por interrumpirlas), que tú te preguntas ¿esta gente está trabajando o han venido a pasar la tarde de tiendas y por casualidad visten todas igual?. En cualquier caso la ayuda que te proporcionan suele ser entre poca y ninguna (según la suerte que tengas).
PERFUMERIA: Aquí la pregunta que te asalta en cada esquina es: ¿Puedo ayudarte en algo? y cuando les contestas que no se quedan cerca tuya, mirándote, hasta que de detrás de un mostrador te asalta otra "¿Puedo ayudarte en algo?". A la tercera vez que te lo pregutan te vas, aunque no sin dejar de pensar que te han tenido que confundir con alguna cleptómana famosa en el lugar porque no te han quitado el ojo de encima ni un segundo. Personalmente eso de que me estén mirando todo el rato y preguntándome si quiero algo me pone nerviosa, ¿por qué no me dejan comprar tranquila? y mientras que me voy pienso ¿rica, por qué no te fusionas con la dependienta de la planta joven y haceis un ser normal que no acose a los clientes pero que tampoco los ignore?.
En resumen, las dependientas tienen idiosincrasias particulares según la planta y sección en la que trabajen. Además de las mencionadas os puedo decir que las de marroquinería no te hacen caso si no llevas nada de marca (volvemos al carolina herrera del principio y a su desorbitado precio y es que no es lo mismo 50 que 500), que las de corsetería se parecen bastante a las de la planta joven pero, además, cuando consigues que te atiendan se meten por una puerta y se evaporan sin dejar rastro, las cajeras siempre tienen cara de estar hartas de vivir y los jefes de sección son todos hombres (?).
Y si vas a un pequeño comercio puedes observar situaciones como esta:
Dependienta: A ver, sal que te lo vea
Cliente: Uy, pues no me veo, ¿no es un poco escotado/ajustado/corto?
Dependienta: Eso es porque no llevas medias ni tacones. Eso te pones un zapato mono y te pintas y verás como cambia...
En este caso la señora se va a su casa con el vestido que la hace parecer, efectivamente, una morcilla de burgos o una mujer de vida licenciosa y para cuando alguien tenga el valor de decirle que debería volver a la tienda y hacer que la dependienta se comiera el vestido, empezando por la cremallera, ya será tarde porque encima no te devuelven el dinero.
Dicen que también hay dependientas simpáticas, de las que te ayudan a encontrar lo que buscas aunque no seas amiguito suyo, de las que no te acechan como si fueras un vulgar ladronzuelo, de las que no te engañan cuando lo que te estás probando es horrible y te queda fatal, yo hasta conozco a alguien que dice que tiene un amigo que una vez conoció una así...