COJOS

No sé si el nombre es adecuado o si debo mejor hablar de disminuidos físicos o algo similar para no ofender sensibilidades, pero creo que se merecen el adjetivo: COJOS

Los alumnos de toooodos los institutos y colegios, al menos los de Murcia capital, tienen problemas de movilidad. Esta es una situación muy seria que la Consejería de Sanidad y Consumo debería estudiar y proponer después alguna solución para tan preocupante aumento de la cojera, la invalidez y la parálisis.

Me parece impresionante que nadie se haga eco del suceso. Ni una triste estadística cuando está claro que los jóvenes en edad escolar tienen limitada su autonomía. ¿Es que a nadie le importa? ¿Qué será de ellos el día de mañana?.

Y si no hay publicaciones y no sale en la prensa escrita ni en la televisión ¿como me he enterado yo? Muy fácil, vivo justo enfrente de un instituto y son cientos los coches que cada mañana colapsan la calle para "acercar" a los mozalbetes y pollitas al centro escolar. Como las normas de ingreso a los institutos están pensadas para que estudies lo más cerca de tu casa que sea posible, Murcia cuenta con un buen surtido de institutos repartidos por toda la ciudad y toda esta gente viene en coche deduzco que es porque no pueden moverse adecuadamente desde sus cercanas moradas hasta el aula.

Pasando al lado de los coches descubres señoritas pintadas como pu...ertas y chicos en chandal, todos en edad de merecer y de salir los fines de semana a llenar los parques y plazas públicas, los cines y las pistas polideportivas. De hecho estoy convencida de que son los mismos que van a los centros comerciales y a las cadenas de comida rápida, a la piscina municipal y a las cafeterías y en esos momentos, curiosamente, no hay padres a la vista, nadie que los lleve y los traiga, como mucho un triste y solitario bonobús en la cartera junto a la foto de dos amigas hecha en un fotomatón y la de un jovenzuelo con pelo grasiento -el amigo especial de la temporada, amor eterno mientras dure-. De noche parece que todos se mueven con una agilidad pasmosa sin necesidad del coche familiar ("Papá por favor no me acompañes ¿qué van a pensar mis amigas?" "Acho, que nooo, que no necesito naaa, que pesaooos")

Así que, a la vista de todos estos hechos, yo desde aquí le planteo a la Consejería de Sanidad que estudie tan sorprendente síndrome que afecta de modo exclusivamente diurno y en horario escolar a una buena parte de los jóvenes de Murcia para evitar que se siga extendiendo a otros lugares, además de plantear la compra de aparatos de gimnasia pasiva para dotar los centros escolares y así evitar que estos jóvenes además de cojos se pongan gordos.