Mis cosicas

lunes, enero 08, 2007

NUEVA VIDA

Ha acabado la Navidad y es inevitable mirarse en el espejo y descubrir que todos los aperitivos que has tomado se han echo fuertes en, digamos, tu barriga, mientras que el chocolate, los turrones y el roscón ya han tomado posiciones en tu trasero y vamos, que en general estás echo un asco y te dices a ti mismo: "hasta aquí podíamos llegar, mañana me pongo a dieta".

Y hoy, lunes te pones a dieta concienzudamente, y no solo empiezas con la dieta, este año vas a cuidarte de verdad: dieta, ejercicio y un poco de ayuda cosmética (aunque casi exclusivamente si eres mujer).

Así que te levantas, te duchas, te expandes: la crema hidratante, la anticelulítica y la reafirmante. Te lavas la cara, te echas el tónico y luego la crema hidratante. Te lavas los dientes, te pasas el hilo dental, te enjuagas con el colutorio y te lanzas al primer día de tu nuevo yo.
  • Desayuno: un vaso de leche desnatada con nescafé y sacarina, media tostada integral con aceite de oliva (poco) y sal (menos) y un kiwi.
  • A media mañana: te resistes al café y al dulce de costumbre, no picas frutos secos ni patatas en la oficina y hasta dices que no a los filipinos, tú has tomado una decisión y nada va a cambiarla, no lo conseguirán ni aunque te traigan bombones de la caja roja (que te encantan) o te traten de ablandar con patas de cordero y otros manjares, no, no lo conseguirán.
  • Comida: como no le habías comunicado al resto de la Humanidad tus planes tu madre ha preparado algo ligero tipo: olla fresca (Nota: plato típico murciano elaborado con tocino, manos de cerdo, morcillas, huesos de cerdo, arroz y alubias). Te enfadas y decides que ellos pueden comerse tu plato, tú no vas a ceder. Así que te preparas un plato de suculenta lechuga, un filete minúsculo de pechuga y una rebanadita de pan integral, mientras que tu familia se pone las botas. Tú piensas que valdrá la pena, que dentro de unos meses cuando te pongas el bikini todo habrá tenido su recompensa...
  • Merienda: aguantas, eres fuerte, piensas en tu bikini, en las caras de envidia de esas que te odian... te tomas una manzana.
  • Cena: has ido al gimnasio, te duelen hasta las pestañas y mañana será peor, pero nada va a apartarte de tus objetivos. Llegas a casa revuelves medio calabacin y dos champiñones y ya tienes cena.
Antes de acostarte, ducha, crema hidratante corporal, reafirmante, anticelulítica, contorno de ojos, hidratante para la cara, pasta de dientes, colutorio... y a dormir

Martes: segundo día de tu nueva vida

Te despiertas y al mover el brazo para apagar el despertador un dolor agudo recorre tu brazo: agujetas! Genial, haces el esfuerzo de ir al gimnasio y esa es tu recompensa. Con gran esfuerzo consigues levantarte, lavarte la cara, ponerte toooodas las cremas habidas y por haber, desayunar la leche desnatada, la tostada y la fruta y llegar al trabajo, eso sí, con más pena que gloria, porque a cada paso te acuerdas del aerobic, del día en que te apuntaste y de la madre que lo trajo. En la oficina luchas contra la tentación del dulce y consigues aguantar, nada de comida hasta la hora de la comida.
A mediodía llegas a casa, te recibe tu madre en jarras y te anuncia que hay estofado para comer, que da igual que tú te hayas puesto a dieta porque ella se ha puesto a cocinar y no va a tirar la comida solo porque tú hayas engordado en Navidad (puestos a esto, podría incluso decirte que no eres la única...). Te resignas a comerte lo que te pongan y aunque has pedido que no te pongan mucho te ponen lo de siempre, para compensar te comes una pera de postre.
Por la tarde en la oficina no te puedes resistir a comerte un filipino, y luego otro y finalmente otro más. Cuando te los has comido los tres te das cuenta de que llevaban extra de culpabilidad y que no tenías que habertelos comido pero ya es tarde. Llegas a casa y decides cenar, te portas bien, te tomas la lechuga y caes desmayada en el sofá. Esta noche solo te lavas los dientes porque ya no te quedan fuerzas para nada.

Miércoles: tercer día o ¿por qué el mundo se ha puesto en mi contra?

Suena el despertador, lo apagas y cuando vuelves a abrir los ojos es tarde, qué digo tarde, es tardísimo!! Esta mañana nada de cremas, bastante tienes con lavarte la cara y echarte el maquillaje encima mientras te vistes y te arreglas el pelo, toda una proeza digna del circo del sol. Sales disparada para la oficina sin desayunar y a media mañana no puedes resistirte al cafe con leche (entera) y a la ensaimada. Te dices a tí misma que no importa, que total esta noche vas al gimnasio y lo quemas todo, no va a quedar ni rastro de la ensaimada. Entre estos pensamientos estás cuando suena el teléfono y ¡sorpresa! es tu amigo Pepito que lleva semanas sin llamarte y justo hoy quiere ir a tomar algo por ahí y como le vas a decir que no a Pepito, si te llama de uvas a peras pero es tan buen amigo tuyo y lo conoces de toda la vida. Adiós gimnasio, hola cena grasienta!!. En fin con el día perdido que tu madre te amenace con los macarrones al horno con extra de queso no te parece una tragedia tan grande y así pasas las horas entre pequeños excesos, para llegar al exceso final. Pepito ha elegido un bar de comida murciana, lomos, tocinos, patatas asadas, morcillas, salchichas y tinto de verano, todo light. Llegas a tu casa alegre y te metes en la cama. Mañana será otro día.


7 Comments:

At 4:10 p. m., Blogger soplete said...

las dietas milagro despues de las fiestas o postvacacionales no existe, desiste.
apuntarse a un gimnasio por el mismo motivo es la mayor perdida de dinero que existe, mejor inviertelo en .. no se.. acciones en la fabrica de reciclado de palillos usados.
y si el mundo se poen en tu contra siempre que te propones nuevos retos dieteticos o deportivos, mirate al espejo asumeloy sientete satisfecha con lo que tienes o acabaras pagando tb un psicolog por depresion, jajajajaa

 
At 10:16 p. m., Blogger La_puta_vaga_de_mierda said...

Deberías hablarle a tu madre de las bondades de la dieta mediterránea. Vosotros a las verduritas cocidas, dejadnos el tocino para los atlánticos.

Y yo que pensaba que no podía haber algo con más grasa que los cocidos de mi abuela... La olla fresca (no sé por qué, pero me hace gracia el nombre) debería estar prohibida por la OMS. Igual que los cocidos de mi abuela :D

Tú no te preocupes, mujer, no hay nada que una buena faja no arregle XDD

 
At 11:51 p. m., Anonymous Anónimo said...

A mí el sábado no me lleves a comer verduras a la plancha, q te meto.

 
At 1:28 a. m., Blogger Lsodio said...

no no, a ti el sábado te llevo también a un bar de comida murciana a ponernos hasta las trancas!!

 
At 1:26 p. m., Blogger La_puta_vaga_de_mierda said...

Yo no tengo nada que hacer el sábado... :D

 
At 2:11 p. m., Blogger soplete said...

si que tienes, hay un interesantisimo partido cerca de tu ciudad, donde veras unos bollazos como nunca que mojaras la braga en cuanto los veas y desearas que el tiempo se detenga para disfrutar hasta el extasis de magnanima vision

 
At 12:20 a. m., Blogger Belial said...

Sople eres lo peor...cuando te pones cursi...
De todas formas allá ellas pierden por partida doble: Se pierden conocer un par de bollus como nosotros y ademas, que pierden conocer al belga...al guaje...a verborreico...

Lo que es el no tener ni puta idea...

 

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