DUBLIN
Después de un tiempo he vuelto, sólo para comprobar que todo seguía igual: la gente mal vestida, el olor a grasa que sale de los locales donde se sirve comida (?), las calles atestadas de turistas, los borrachos a horas tempranas, el mismo grupo de música tradicional en el mismo pub de siempre, todo sigue igual. Y a pesar de todo eso sigue teniendo su encanto, al menos para mi.
Me encanta perderme por sus calles, visitar los mismos sitios y ver como crecemos y cambiamos los dos. Los cambios son lentos, un edificio nuevo aquí, un poco más de escepticismo allá, mejoras en la estación, un carácter un tanto más sereno, cambios necesarios y beneficiosos que tardan en llegar y a veces llegan demasiado tarde.
Ya he vuelto a casa y estoy deseando volver, volver y ver como ha cambiado, como he cambiado.
Me encanta perderme por sus calles, visitar los mismos sitios y ver como crecemos y cambiamos los dos. Los cambios son lentos, un edificio nuevo aquí, un poco más de escepticismo allá, mejoras en la estación, un carácter un tanto más sereno, cambios necesarios y beneficiosos que tardan en llegar y a veces llegan demasiado tarde.
Ya he vuelto a casa y estoy deseando volver, volver y ver como ha cambiado, como he cambiado.
1 Comments:
Yo he estado dos veces en Dublín, y he de decir que me encanta.
Ese aire despreocupado que hay en los pubs, ese Dirty old town mientras mojo mis labios con la dulce espuma de una Bullmers y deleito mis oídos con el añejo sonido de la más pura música irlandesa...
Una ciudad para perderse en sus innumerables pubs... ¿Que hay borrachos? no más que en mi amado Madrid...
De Madrid al cielo, y un agujerito para verlo, pero Dublín es un buen sitio para escaparse.
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