Mis cosicas

martes, abril 27, 2010

¿A QUIEN QUIERES MÁS?

En mi casa hay dos formas de hacer las cosas:


- Al estilo de mamá: esto es muy fácil, coges las herramientas, desarmas eso, lo arreglas y lo vuelves a montar

- Al estilo de papá: esto es muy fácil, llamo al técnico, lo arregla y luego le pago.


Esta mañana, Versión y yo, ante un pequeño problema de atasco del fregador, (que ya habíamos intentado solucionar echando un producto desatascante, con el resultado desolador de un fregador que tragaba poco a uno totalmente obstruido) nos hemos decidido a pedir consejo a mamá (no nos pregunteis por qué, simplemente hemos consultado de manera impulsiva, sin pensar en las posibles consecuencias).

"Esto es muy fácil, quitas el sifón (pon un cubo debajo para no pringarlo todo), si ahí no está el atasco sigues desmontando las otras piezas, lo limpias, lo vuelves a poner todo y arreglado"

En vista de lo sencillo que era de solucionar nuestro problema y dado que nos habían dado un masaje de aromaterapia (cortesía de mi madre) y nos sentíamos en paz con el universo y confiadas en nuestras posibilidades, fuertes, independientes y con ánimo emprendedor, después de comer (con toda la cocina llena de platos) y el fregador con un palmo de agua sucia (desde ayer) nos hemos decidido a coger el toro por los cuernos y poner en prácticas nuestros recién aprendidos conocimientos en matería de fontanería.

Esto es muy fácil: desenroscas el sifón y empieza a caer agua sucia en el cubo que resulta ser excesivamente pequeño y se desborda mientras Versión y yo chillamos y damos saltitos por la cocina, en mi caso con guantes de latex rosa que me había puesto por si salpicaba algo (ejem). Típica escena de película española que cuando la ves dices "eso en la vida real no pasa", pues si, la realidad supera ampliamente a la ficción.

Luego lo limpias (¿pero si aquí no hay nada?), desmontas el resto de piezas (¿donde está el atasco? yo no veo nada....) y lo vuelves a poner (noooo, no encaja... ¿donde iba esta pieza? ¿y esta gomita... sería para algo no? ¿nena, la rosca es para ese lado o para el otro? el fregador está sucio ¿abro el grifo? nooooo que me mojo todaaaa). Tras una larga y épica lucha lo montamos, abrimos un poquito el grifo (bieeeen no gotea.... risitas y congratulaciones), dejamos caer el agua y.... sigue atascado.




Y es que se me había olvidado que soy ante todo una niña de papá, siempre lo he sido y no me avergüenza reconocerlo y desde luego apoyo totalmente la forma de hacer las cosas de mi padre: "esto es muy fácil, llamo a un fontanero, viene, lo arregla y luego él paga".

3 Comments:

At 10:44 p. m., Blogger Mery said...

A mí me ha pasado varias veces:
solución number one: compras una especie de alambre largo que desatasca y le das hasta encontrar la obstrucción o
solución number two: compras un líquido desatascante de los chungos, de los que no te venden en el súper, de los que llevan ácido sulfúrico. Lo pones con un embudo (porque se come el aluminio) y lo dejas actuar toda la noche. Da miedito porque sale hasta humo, pero desatasca, de verdad de la buena. (Yo lo compré en la ferretería).
Espero que se os solucione;)
Besicos

 
At 10:45 p. m., Blogger Mery said...

BTW, la solución number three, la de papá, es la mejor, claroXD

 
At 12:16 p. m., Anonymous Samuel said...

Habéis hecho bien en intentar apañar el grifo. La fontanería tiene un léxico muy rico (yo soy fan de la palabra "bajantes"). Ahora a llamar al fontanero y no le déis palique porque la factura te obligará a pedir un crédito al consumo.

Sigue escribiendo sobre el tema

Besos

 

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