CRONÓMETROS

No hay sección o sala de biblioteca que se precie sin su pija: ojos hipermaquillados, tez naranja, pantalón vaquero ceñidísimo, accesorios de marca, zapatos con taconazo de esos que hacen mucho ruido al andar...

Ayer la cuota pijeril de la biblioteca estaba en mi misma mesa y no estaba sola: venía con su clon -las dos igualitas que parecían la oveja dolly y la oveja dolly, ambas versión channel-. Este par de dos no hizo nada de provecho en toda la tarde, paseito con el móvil, paseito a por café, cuchicheos sobre los chicos, críticas sobre el resto de las féminas de la sala, bufidos al pasar la página, más cuchicheos y risitas, más paseos, golpecitos con las uñas de porcelana en la mesa.... y oye, inmunes a toda clase de miradas, carraspeos y demás indicaciones educadas de que se estuvieran calladitas y quietecitas.

¡Qué suerte la vuestra que yo fuera una persona medianamente comedida y no una opositora en un mal día -digamos a punto de cantar los temas- porque en ese caso podría haberos estrangulardo con el cronómetro, poneros los apuntes por montera y daros una patada en vuestro perfecto culo de dolce y gabbana!!

No quisiera imaginarme que sería de vosotras si cierta opositora os coge un día en sus dominios, pobrecitas!!!