las manos en la masa

Mira, no me molesta estar de prácticas sin cobrar ni un duro porque estoy aprendiendo mucho; ni tener que abrir la puerta, coger el teléfono, ir a sellar ni a correos, porque al fin y al cabo es parte del trabajo diario; no puedo poner objeciones a tener un despacho interior y alicatado de azulejos porque antes era la cocina porque soy la última y quien sabe si dentro de poco me lo podrán arreglar y dejar en mejores condiciones; tampoco puedo quejarme porque no de al exterior sino al patio de luces porque al fin y al cabo tengo luz natural que ya es más de lo que tienen otros...

...PERO TENER QUE OLER A COMIDA DESDE LAS 11 DE LA MAÑANA Y PASARME TODO EL TIEMPO SALIVANDO SIN PARAR Y CON UN HAMBRE QUE ME COMO LAS PIEDRAS... CON ESO NO PUEDO.

Desde aquí mi petición a la vecina de al lado para que cocine con la puerta de su terraza cerrada o a todos ustedes para que le subvencionen un robot de cocina de esos que te lo preparan todo en diez minutillos de nada para que al menos el suplicio sea solo a partir de la una o una y media.